Tenzin Gyatso, mejor conocido como Dalái Lama, hizo que un niño lo besara en la boca públicamente, pero esta no ha sido la única polémica del líder del budismo tibetano.
La situación solo empeora, si se tiene en cuenta que hace algunos años su santidad admitió conocer de varios casos de abuso sexual por parte de sus monjes hacia varios alumnos de la doctrina ―incluidos menores de edad― y no hizo nada al respecto. Además, el líder religioso también ha sido relacionado con una secta sexual muy famosa en Estados Unidos.
En 2018 ocurrió algo nunca antes visto. Dalái lama viajaba a la ciudad de Rotterdam, en Holanda, para reunirse públicamente con un grupo de víctimas de abuso sexual. Tras el destape de varios casos de violación y pederastia en la iglesia católica, y el surgimiento del movimiento #MeToo, en el que varias víctimas de abuso en la industria del entretenimiento alzaron la voz para pedir que se juzgara a sus victimarios, varias personas pertenecientes a la religión de Buda hicieron lo mismo.